domingo, 2 de agosto de 2020

PRINCIPIOS DE LIDERAZGO EN EL LIBRO DE NEHEMÍAS (III PARTE)

Por El Profe Domingo.

 

LA ORACIÓN DEL LÍDER (II PARTE) EL LÍDER CONOCE AL DIOS AL


QUE SIRVE

Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos.”  (Nehemías 1: 5)

Por El Profe Domingo


El dolor que experimentaba Nehemías desató sus emociones, pero, como hemos visto antes, estas fueron encausadas hacia Dios. Un rasgo importante que encontramos en Nehemías en el versículo que hoy nos ocupa es su conocimiento de Dios. Nehemías tenía claro a quién iba encaminada su oración y cuál era la actitud correcta para dirigirse a Él.

La frase “te ruego”  muestra a una persona reverente hacia Dios, pero también de quien sabe que ese Dios al que se dirige es soberano. Dista mucho esta actitud de la pretensión de algunos que hoy se dirigen a Dios dándole ordenes como “hazlo ahora” como si Dios fuese un siervo de ellos, esperando recibir sus órdenes.

Nehemías también demostró conocer a Dios: “…fuerte grande y temible” son expresiones que hablan del poder de Dios. Él tenía claro que hablaba a un Dios para el cual no había imposibles. Las palabras “que guarda el pacto y la misericordia”  reflejan el conocimiento del carácter de Dios. Esto nos da a entender que estaba tratando con un Dios que no actuaba basado en caprichos, Él había dado promesas firmes a su pueblo, basadas en su carácter y propósito. Nehemías conocía las promesas de Dios y decidió echar mano de ellas al dirigirse a Él.

Si algo que es realmente importante es conocer las promesas de Dios expresadas en Su Palabra. Sobre todo, en tiempos en que abundan tantas “revelaciones” que pretenden ser validadas con la frase “Así te dice el Señor”. No hay promesas más firmes que las que Dios ha dado en las Escrituras. No hay palabra de hombres que pueda siquiera alcanzar el valor y el poder de estas. Pero solo son conscientes de esto aquellos, que, como Nehemías, conocen a Dios y su carácter.

 

Reflexionemos un poco:

¿Cuál es tu actitud al acercarte a Dios en oración? ¿Conoces al Dios en el que has creído? ¿Conoces Su carácter?

 

Feliz y bendecida jornada…