Por El Profe Domingo
Desde niño aprendí ese hermoso himno de nuestra ciudad que trata de mostrar lo que somos los barranquilleros. Veía a Elías Chewing correr por la pista atlética del viejo estadio Romelio Martínez, cantando nuestro himno y con la bandera de la ciudad en una de sus manos. Eso me emocionaba. Crecí siendo orgulloso de mi tierra y en los últimos años era uno de los convencidos de que éramos el modelo de ciudad. ¡Qué orgullo! El malecón, los arroyos canalizados, calles pavimentadas, los comentarios de los visitantes hacían latir fuerte el corazón. Muchas expectativas para el 2020: Copa América, asamblea del BID, ecoparque de Mallorquín… ¡Barranquilla imparable!Pero llegó la crisis…, y la menospreciamos. Pareciera que el mismo concreto conque se desarrollaron las grandes obras de nuestra ciudad endureció nuestro entendimiento. Tanto, que algunos microfoneros disfrazados de locutores le han hecho creer a nuestros jóvenes que el modelo de vida es el del “cole”, porque “eso va” “sisa mi vale”, en lugar de estudiar y tratar de crecer como persona. Tal vez pensamos: “Este virus no va a impedir que sigamos siendo el mejor vividero del mundo” ni que sigamos festejando títulos que no se ganaron. Y seguimos nuestro carnaval sin seguir las recomendaciones que por simple sentido común debían ser obedecidas.
Hoy vemos que
nuestra “ilusión del caribe blanco azul” se oscurece y no vemos la luz al final
del túnel. Los hospitales están siendo insuficientes para atender a tantos
contagiados, más los que son víctimas de otras enfermedades. Hoy empezamos a enviar
a algunos de nuestros enfermos a Medellín porque no podemos atenderlos a todos.
Guardo la
esperanza que en el fondo de nuestros corazones renazca el barranquillero que
siga martillando sobre el yunque, y que hizo a un famoso cartagenero decir “en
Barranquilla me quedo”, que entiende que hay que para un momento el “caminao
arrebatao” para asumir nuestra responsabilidad y volvernos a levantar como la
ciudad “bella, encantadora, con mar y rio y una gran sociedad." Sólo entonces
volveremos a ser Barranquilla, PROCERA E INMORTAL.